sábado, 26 de diciembre de 2015

De la Esclavitud Económica a la Libertad


De la Esclavitud Económica a la Libertad


Por Raphael T. Waters, D. Ph, L. Ph. Ph. C.

Tomado de:
 http://www.cfnews.org/page10/page27/waters_slavery_economic_freedom.html
Traducido del inglés por Roberto Hope


From Slavery to Economic Freedom es una obra inédita del Dr. Raphael Waters, que merece ser considerada. Fue completada en el 2005; trata la cuestión económica desde una perspectiva tomista del cuerpo político y del bien común


“... el ocio es necesario tanto para el desarrollo de la virtud como para el desempeño de las virtudes políticas.” Aristóteles, Política, capítulo VII.

FASE A: EL PROBLEMA

I.  La Naturaleza del Capitalismo

El término ´capítalismo´ es uno de los términos más confusos en la lengua. Por esta razón se ha hecho notar que el Papa Pio XI, en su encíclica “El Orden Social” de plano evitó el uso del término.

Mientras unos lo han explicado como el uso del dinero, de los bienes o de los servicios con el objeto de conseguir un rendimiento monetario, otros lo explican como un orden económico en el cual los trabajadores son empleados por propietarios ricos que disfrutan del producto del trabajo del obrero. En consecuencia, concluyen que es un sistema de explotación, una gran injusticia. [1]

Sin embargo, con el propósito de arrojar alguna luz sobre este tema, necesitamos primero adquirir cierta comprensión de la naturaleza del cuerpo económico. La medida, en el orden práctico, es el fin,[2] y en el caso del orden social, el fin es el bien común.[3] Así:

Hay cierta semejanza entre el cuerpo humano y el cuerpo económico en cuanto a que ambos constituyen el puntal que soporta la estructura básica de la vida del hombre y de la sociedad. Pues, así como un estado saludable del cuerpo humano es una condición que permite que operen las funciones más elevadas, de igual modo el cuerpo económico no funciona bien si no se dispone del tiempo libre necesario para desarrollar las actividades más elevadas del hombre. Por otra parte, si el orden económico está saludable, se puede ahorrar tiempo y esfuerzo ― ganar ocio ― permitiendo al hombre atender los bienes más elevados en el cuerpo cultural. [4]

II. El bien común del cuerpo económico.

Los hombres trabajan en grupos por lograr el bien común, el cual se define como el bien del todo y el bien de las partes. Es pues un bien inmaterial, ya que tiene que ser compartido por cada uno y por todos. En el orden económico, el bien que se busca mediante la colaboración de personas que intercambian bienes y servicios, es tiempo para el ocio, o sea el ahorrar tiempo y esfuerzo. Por ejemplo, Juan, que cultiva papas, intercambia con Pablo, que es zapatero, dos bolsas de papas por un par de zapatos. Cada uno obtiene del acto de intercambio exactamente lo que aportó.  Sin embargo, se dan el uno al otro un regalo gratuito, habiendo ahorrádose tiempo y esfuerzo al producir el uno, la mercancía que necesita el otro.

El hombre tiene un fuerte deseo natural de ahorrarse tiempo y esfuerzo. Por ejemplo, si hay un lote vacío en la esquina de una calle, los peatones tomarán un atajo caminando en diagonal a través del lote en lugar de dar vuelta en la esquina. Aun cuando el término “competir” significa “buscar juntos”, ahora se usa para significar “oposición”, de esa manera pasando por alto el verdadero proceso económico. Pues lo que estamos buscando juntos, por medio de una actividad cooperadora, es el bien común, tiempo de ocio.[5] Nos ahorramos esfuerzo el uno al otro.

Mientras más gente haya que lleve a cabo actos de intercambio, mayor esfuerzo deberíamos poder ahorrar. Si algunos fabrican pantalones, otros refrigeradores, calculadoras, acorazados o rascacielos o cultivan alimentos, habrá un tremendo ahorro de esfuerzo conforme se llevan a cabo actos de intercambio en el mercado, o sea en los bancos.

III. El hombre, por naturaleza es propietario[6]

Dado que “no puede haber coordinación si no hay subordinación”, alguien debe ser responsable como dueño o, al menos, hacerse cargo de cada empresa.[7] Sin embargo, hay diferentes clases de propiedad, las cuales pueden reducirse a dos: privada (incluyendo la propiedad por acciones) y estatal.[8]

Está muy claro que los hombres y las mujeres, ya sea de manera individual o como propietarios de acciones, deben ser los dueños verdaderos de la propiedad. Sin embargo, igual que cada hombre, por ser racional, ríe, habla, es un animal social, político, científico, económico, artístico y religioso, de igual manera está naturalmente inclinado a ser dueño de  propiedad privada, pues la propiedad es necesaria para el hombre, ya sea:

  1. individualmente, por sus tendencias necesarias, su deseo de libertad y su dignidad como persona, o,
  2. socialmente,  por el bien de la paz y el orden, para evitar animosidades y para lograr eficiencia. [9]

IV. El estado patológico del cuerpo económico

Si  deberia haber más tiempo libre disponible conforme aumenta la población ¿por qué hay tantos que carecen de propiedad privada y difícilmente pueden librarse del trabajo pesado y fastidioso, ambas de las cuales condiciones fueron explotadas por Carlos Marx?

Una investigación de la historia de la humanidad pudiera ser muy reveladora. Encontramos, por ejemplo, que en la Inglaterra del Siglo XV, un hombre necesitaba trabajar 2 1/2 días a la semana para ganarse la vida. Utilizo a Gran Bretaña como ejemplo, pues los mejores registros se conservan ahí. En otras partes, las guerras y varias insurrecciones han ocasionado la destrucción de registros antiguos de los asuntos humanos.

Debe recalcarse que, en el pasado, la gente gozaba de mucho más tiempo libre que el que nosotros gozamos hoy en día. Roman de Fauvel explica que:

“Una actividad que ocupe un tercio de la vida del hombre debe ser significativa culturalmente. Aun cuando las condiciones variaron entre países y siglos, el calendario cristiano antes mandaba 52 domingos de descanso obligatorio más, del siglo XII en adelante, por lo menos 40 fiestas de guardar dedicadas a los santos. A estos días feriados podrían agregárseles un número ilimitado de fiestas de las iglesias locales, promediando más de 30, rasultando un número asombroso de 126 días al año en los cuales no se permitía trabajar. Los ingleses agregaron la celebración del día de San Suitino... La gente de Canterbury honraba con día de fiesta no sólo a Santo Tomás Becket, sino también a los santos Albano, Dunstán, Eteldreda y Eduardo el Confesor. Las universidades tenían sus propios días de fiesta de guardar: en Montpellier en el Siglo XIV había setenta y siete fiestas de guardar, más los domingos, sumaban 133 días de fiesta. Además, muchas fiestas no se limitaban a durar sólo 24 horas”.[10]

Es significativo enterarse de que:
Cobbett, en su Historia de la Reforma Protestante, ha hecho un estudio exhaustivo precisamente de esta cuestión, de la situación material y económica de la gente de Inglaterra antes y a partir de la Reforma. Dice: “todo muestra que Inglaterra era entonces un país en el que abundaban los hombres de verdadera riqueza... Se alimentaban en gran abundancia. Todos, conforme a su rango, tenían todo lo que conducía a hacer la mente y la vida fácil y feliz.”[11]

Pearce hace una comparación:
“No hay sinecuras naturales. La renta es la fuente natural de los ingresos comunales. En este sentido, el sistema feudal era más una economía de intercambo que lo que es la nuestra. En esos días, antes de que hubiera surgido el estado centralizado, el gobierno era en gran medida gobierno local, y quienes recibían rentas rendían a la gente servicios de una naturaleza pública comunal, por ejemplo, la defensa pública, la educación, el culto, el cuidado de los enfermos, la administración de las leyes, las escuelas, las universidades, las pensiones para los ancianos y las viudas, el costeo de los estudios de los jóvenes, las dotes para matrimonio etc. Pero hemos cambiado esas fruslerías. Ahora, la renta es una sinecura perfecta, eso es, el dominio sobre el esfuerzo (valor), sin rendir exerción alguna, la usura capitalizable. Es un derecho sin deberes, propiedad sin responsabilidad: esa contradicción llamada ingreso valuable ― un ingeso que puede ser comprado y vendido”.[12]

En caso de que uno pudiera suponer que se descuidan otras necesidades humanas, considérese lo siguiente:
“Su atención a la higiene puede mostrarse mejor mediante una consideración de los hospitales... Esas generaciones nos dieron una lección erradicando la lepra, la cual había sido tan general como la tuberculosis lo es ahora (a la fecha en que eso se escribió)..." Acerca de ”el hospital eregido en Tanierre, en Francia, en 1293 ...por Margarita de Borgoña, hermana de San Luis... un arquitecto moderno dice:

“Era un hospital admirable en todo sentido, y es dudoso que lo superemos hoy en día. La sala de enfermos estaba aislada de los demás edificios; tenía la ventaja, que nosotros perdemos con frecuencia, de no ser de más de un solo piso, y se le daba a cada paciente más espacio que el que ahora podemos permitirnos darles.

“La ventilación mediante las grandes ventanas y los ventiladores en el techo era excelente; estaba vivamente iluminada, y el arreglo de la galería resguardaba a los pacientes de la luz que encandila y de los chiflones de las ventanas, y proveía una forma fácil de supervisión, en tanto que la división lograda mediante muros divisorios sin techo aislaba a los enfermos y evitaba la depresión que proviene de ver a otros dolientes.

“Tenía, además, grande contraste con las tristes salas de hospital de nuestros días. El techo abovedado era sumamente bello, la madera estaba ricamente labrada, y las grandes ventanas arriba de los altares estaban repletas de vidrios de colores. En conjunto, era uno de los mejores ejemplos de la mejor época de la arquitectura gótica.”{13]

Es asombroso enterarse de que, no obstante que el año 1495 es considerado el apogeo del desarrollo económico de Inglaterra, sin embargo, en un lapso de unos cien años, más o menos, tuvieron que introducir la Poor Law. Esto ocurrió por las sublevaciones ocasionadas por hombres sin escrúpulos que desechaban las restricciones religiosas, y por la llegada de la peste negra, que mataba a los hombres más fuertes.

Se podría argüir que en esa época los hombres tenían menos necesidades y deseo de cosas, y en cambio ahora éstas han aumentado considerablemente, como por ejemplo, televisores, automóviles, computadoras, hornos de microondas, etc. Digamos que los bienes que deseamos poseer han aumentado 100 veces. Pero nuestra capacidad de producción ha aumentado 1000 veces. De ser cierto esto, entonces ¿por qué no tenemos mayor ahorro de tiempo y esfuerzo? Mucha gente tiene ahora que aceptar más de un empleo para sostener una familia. El marido y la mujer están forzados a salir a trabajar aun cuando, siquiera para el uso apropiado de la división del trabajo, sería mejor que la mujer pudiera quedarse en casa, en vez de verse forzada a salir de su hogar como sucede con muchas madres hoy en día.

FASE B: LA CAUSA DEL PROBLEMA

V. Dos capitalismos

Volvamos a nuestro concepto de capitalismo, por el cual los hombres invierten dinero, bienes y servicios para obtener un rendimiento o ganancia por lo que aportan. He observado autores, conferencistas y profesores que parecen no cuestionar lo que se hace con el dinero. En otras palabras ¿cuál es el fin del acto de invertir?

Hay dos maneras como uno puede invertir su dinero, o dos fines que pueden buscarse: producción o anti-producción. Consideremos los siguentes ejemplos:

Primero: Supongamos que yo quiero comenzar un servicio de taxis. Primero necesito;

  • un automóvil, que cuesta, digamos, $20,000; yo debería esperar ganar interés sobre esto.
  • luego, requiero de un permiso que, pronto me entero, se expiden sobre bases limitadas a un costo de aproximadamente $25. Por otro lado, existen algunas cifras que indican el actual valor de mercado de un permiso para taxi:
    • En los 70´s el promedio en las ciudades norteamericanas: $70,000.
    • A fines de los 80's, $140,000 en Toronto.
    • Recientemente se reportó que en Nueva York un permiso cuesta alrededor de $200,000.
Los propietarios de taxis naturalmente esperan ganar un interés también sobre esta cifra. En efecto, los propietarios estarían pagando para participar en un monopolio.

Segundo: Durante la Segunda Guerra Mundial, la nuez moscada, un articulo simple, estuvo monopolizado.

Tercero: Los fabricantes de vidrio en Australia, diez organizaciones, fueron reducidas a una sola.

Cuarto: Supongamos que yo quisiera fabricar ositos de peluche de tres cabezas. Si nadie más quiere hacerlos ¡puedo volverme un monopolio! Pero ¿qué hay de malo en eso?. Seguro, si nadie más quiere hacerlos, yo no debería ser obligado a detener la producción. No es un acto anti-social el que yo quiera seguir produciéndolos.

Pero, si yo invierto dinero para hacer que alguien deje de fabricarlos, eso sí sería un acto anti-social y por lo tanto un acto inmoral. El gobierno, guardian del bien común, tiene una grave obligación de hacer ilegales tales inversiones.

Los hombres están produciendo bienes y servicios todos los días; productos agrícolas y productos manufacturados se derraman en los mercados. Esto merece el nombre de capitalismo normal. Pero al momento en que yo invierto para parar a otro de manera que yo pueda arrinconar el mercado, eso debería llamarse capitalismo espúreo o mórbido.

Esta práctica era conocida en el mundo antigüo. Ha sido explicada de manera brillante por Henry Pearce en los pasados 60 años.[14] Observense los casos registrados por Aristóteles:

Tales [15] estaba siendo ridiculizado por ser filósofo. Siendo él bastante ingenioso para leer las estrellas y predecir el clima futuro, dedujo que el siguiente verano traería una cosecha abundante de aceitunas. Entonces puso depósitos en todas las prensas de aceituna locales. Aristóteles escribe que Tales ganó mucho dinero porque los cultivadores de aceitunas tenían que venir con él luego de que había subido el precio por el uso de las prensas. Así le dió una lección a la gente.

Aristóteles también narró que:
“Hubo un hombre en Sicilia que, teniendo dinero que le había sido depositado, compró todo el hierro de las minas de hierro y luego, cuando los mercaderes venían de sus diversos mercados a comprar, él era el único vendedor, y sin subir mucho el precio ganó el 200 porciento.”[16]

Siglos más tarde,  en el XIII, Santo Tomás de Aquino explica el principio, informándonos que un hombre puede adelantarse a un espectáculo para prepararles el camino a sus amigos que vienen detrás de él. Pero si él se adelanta para impedirles entrar, comete un grave acto anti-social. Por lo tanto, es un acto malo. Es muy claro en el contexto, que Santo Tomás está refiriéndose a asuntos de propiedad y cuestiones de negocios. [17]

Por consiguiente, hay dos maneras de invertir el dinero;
― una manera que es por el bien de la producción de bienes y servicios y otra que es anti productiva.

Si yo invierto para impedir que alguien produzca, esa es una inversión anti-productiva, pues estoy interfiriendo en el proceso de intercambio, y de esa manera apropiándome del tiempo y el esfuerzo de otros que tienen que trabajar más duro para alcanzar el mismo tiempo de ocio que yo.

Algunos ejemplos de acaparar un producto en la sociedad moderna:

  • En Ottawa, Canadá, me enteré cuando vivía allí, que toda la tierra que rodeaba la ciudad era propiedad de seis compañías. 
  • También fui informado por el secretario de la unión de taxistas, que todos los taxis eran propiedad de tres compañías y una de ellas había gastado una gran cantidad de dinero tratando de apoderarse de las otras dos.
  • También en Canadá, tres diferentes investigaciones han demostrado que Canadá es propiedad de unas trescientos cincuenta familias. 
  • Sospecho, de algunas lecturas casuales, que los Estados Unidos son propiedad de unas 2,000 familias.

No es de extrañarse que Henry George haya intitulado una de sus obras Progreso y Pobreza, en el cual demuestra que con el progreso viene la pobreza. Marshall McLuhan dijo que la afluencia genera pobreza. Pues los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres. Parece que la principal causa subyacente es la inversión anti-productiva. Únase esto al desbalance económico que está desarrollándose en nuestras poblaciones, y puede verse que vamos en camino hacia grandes dificultades.

Lo siguiente puede utilizarse para fines anti-productivos: adquisiciones y fusiones de compañías; la creación artificial de escaseces, la publicidad, los sobornos, los convenios de calendarización del mercadeo, los artículos de promoción y demás. En breve, no hay razón por la cual uno no debiera ganarse la vida ― hasta con un monopolio ― pero no se puede hacer un acto inmoral a fin de establecer un monopolio o sea impidiendo o entorpeciendo a otro que se gane la vida.

VI: Resultados de la inversión anti-productiva

Éstos son algunos de los efectos de esa práctica perniciosa:
Primero, una injusta distribución de la riqueza. Los medios de producción acaban concentrándose en las manos de menos y menos ciudadanos.
Segundo, más y más de los llamados programas sociales acaban siendo establecidos por el gobierno bajo presión del pueblo. Así, se aloja más y mas control en manos del gobierno conforme vamos creando el Estado de Bienestar; éste es un paso que nos acerca más al Estado Absolutista: la sociedad socialista. No es necesario recalcar que estas instituciones son contrarias a la ley moral natural.

Tercero, el hombre poco a poco pierde su libertad

Cuarto, inflación

Quinto se desencadena la imposición de mayores contribuciones.

Sexto, finalmente, algún gobierno poderoso tiene que tomar el control con el fin de desenredar el entuerto. Alemania fue un ejemplo de esto después de la Primera Guerra Mundial. Ésta es una oportunidad para los despiadados, los fuertes y los astutos para apoderarse del orden social.

No hay duda de que las consecuencias de esta perversa práctica ― el capitalismo espúreo ― debe cargar con la culpa por muchos de nuestros males económicos y sociales. Vemos a los ricos hacerse más ricos y a los pobres hacerse más pobres. Pero podría argumentarse que los pobres están mucho mejor ahora que la gente de, digamos, el siglo XIX. Sí, pero si se hicieran las comparaciones apropiadas, deberían estar mucho mejor que lo que están.

FASE C: ¿HAY UNA SOLUCIÖN?

VII: ¿Hay una solución?

El estado del bienestar, sin duda, ha salvado a muchos de la pobreza extrema. Pero eso no parece estar funcionando muy bien que digamos. Muchos, por ejemplo, reciben ahora alimento, medicinas, habitación y escuela de fuentes gubernamentales ― pero ¿a qué precio? ― ¡pérdida de su libertad!

Aquí podríamos considerar algunas soluciones;
Primera solución, socialismo:
Algunos han argüido que, ya que al hombre no se le puede confiar el tener propiedad, la solución obvia es quitar el derecho de propiedad al pueblo y que sea el gobierno el único propietario.

Aristóteles hizo un espléndido análisis de esta solución e igualmente lo han hecho otros, revelando su naturaleza errónea.[20] Tres argumentos principales contra el socialismo son:

  1. La función del gobierno es gobernar, no sustituir a sus ciudadanos.
  2. Lo que pueda hacerse por el nivel más bajo no debe hacerse por el más alto (principio de subsidiariedad)
  3. Un paso hacia la dependencia es un paso que aleja de la independencia, es decir, de la libertad.

Aun cuando argumentamos contra la idea de la propiedad del estado, debemos percatarnos de que el gobierno debe ser propietario de ciertos bienes, por ejemplo los bienes públicos que sirven al bien común. Éstos son los instrumentos del bien común, tales como los edificios gubernamentales, los parques, los carros de policía, las escuelas militares, los barcos de guerra, etc. Pero vemos que éstos son casos excepcionales ― bienes públicos que favorecen al bien común ― y que el socialismo no es la solución verdadera. El socialismo sólo puede quitar libertad.

Segunda solución:
Deberíamos tener educación concerniente a la verdadera naturaleza del hombre, de la sociedad y del bien común, ya que, debiera notarse cuidadosamete que la función del gobierno es principalmente educativa, o sea, el señalarle al pueblo lo que estamos haciendo mal si nos apartamos de buscar el bien común. A los ciudadanos debe decírseles lo que se están privando por no preservar ese fin social.

Es función del gobierno quitar los impedimentos al bien común. Compárese esto con lo siguiente:

  • un médico no sana a su paciente. Él quita lo que esté evitando que el paciente pueda sanar solo.
  • un maestro no produce entendiminento en la mente del alumno. El maestro quita los obstáculos que impiden al estudiante captar lo que le está siendo enseñado.
  • un director de orquesta no produce la armonía. Ésta se logra por los músicos, tocando en forma colectiva, mientras el director quita los obstáculos que impiden la armonía.
  • un gerente no construye autos; él coordina, etc.


De manera semejante, el gobierno, empleando los instrumentos apropiados, debe quitar los obstáculos para que la ciudadanía trabaje para el bien común ― que es el tiempo libre, el ahorro de tiempo y esfuerzo.

El gobierno puede hacer leyes que le ayuden en su tarea de guiar al pueblo, y puede usar con sabiduría su facultad de imponer contribuciones.

Si se quitaran los impedimentos, los hombres y mujeres podrían ganarse la vida sin temer perder lo que han construido; y la gran brecha que vemos ahora entre aquéllos que tienen propiedades y los que no, podría reducirse drásticamente. [21] Entonces no existiría la carga sobre la sociedad de tener que cuidar de los pobres. Todos podrían tener cuidado de sí mismos.

Además, es mi opinión personal que sería posible establecer una semana de trabajo de un solo día. Las contribuciones absurdas se eliminarían y podríamos reducir el número de dependencias gubernamentales encabezadas por gente muy altamente remunerada. Así, podríamos evitar el costo de un ejército de contadores, impuestos adicionales y otras cargas para la sociedad.

¿Por qué no podemos establecer impuestos sobre lo que la sociedad ha producido, específicamente el valor de la tierra? Lo que ha sido creado por la sociedad debe devolverse a la sociedad.[22] Si esto se hiciera de manera justa, quizás podríamos pronto abolir el impuesto sobre nuestro esfuerzo personal

Luego si podremos darle libertad al verdadero capitalismo, o sea al capitalismo productivo, podría haber paz y prosperidad y un gran surgimiento de la búsqueda de la felicidad. Los hombres podrían entregar sus energías a la exploración del mundo, de las plantas, insectos, animales, enfermedades, a las artes, la música, y a una mejor comprensión de la persona humana y de sus implicaciones sociales.

Epílogo

Ésta es una era de anti-intelectualismo en la que tendemos a resolver muchas cuestiones con nuestros corazones y no con nuestras mentes. Por ejemplo:

Para las enfermedades venéreas malamente recomendamos condones, no castidad.
Para el crimen, indebidamente recomendamos más policía, no los Diez Mandamientos.
Lo mismo para la pobreza: erróneamente recomendamos dádivas del estado, no sanar la condición mórbida del cuerpo económico. Mucha gente moderna trata de imponernos por la fuerza soluciones inmorales, porque no pueden resolver los problemas económicos encarándose a los gobiernos. Recurren, por ejemplo, al aborto y a la eutanasia en varias formas, tales como las órdenes de “No dar reanimación cardiopulmonar”

Si no hacemos caso al error básico en el orden económico, específicamente que mediante los esfuerzos individuales de los hombres, la verdadera propiedad de toda persona humana es extremadamente difícil de alcanzar para algunos, y hasta permitimos el abuso de los poderosos y de los astutos para adquirir riqueza en cualquier manera que ellos escojan, nada tenemos que perder ― excepto quizás, sólo nuestra vida, libertad y la búsqueda de la felicidad. “El remedio para (los males) del capitalismo yace en el reconocimiento y la práctica de las obligaciones sociales que van asociados a la propiedad. Tanto el individuo como la sociedad tienen un rol positivo que jugar a fin de que el remedio sea efectivo.”[23]

Por lo tanto, debemos concluir que el sistema que llamamos 'capitalismo' no es en sí mismo una doctrina de codicia, sino que se convierte así cuando algunos ciudadanos, imbuidos con un pobre sentido de los valores y actuando con gran ignorancia, llevan a cabo actos, que van contra el bien común.



Notas:
1. Cf. Thomas Higgins, Man as Man. The Science and Art of Ethics,261;cf. Ayn Rand, Capitalism, The Unknown Ideal, New York, New American Library, 1946 (Signet BOOK), 18-19: una inútil definición derivada de las causas materiales; Johannes Messner, Social Ethics. Natural Law in the Western World.
2. D. Q. McInerny, Metaphysics, cap.14.
3. Aristóteles, Ética de Nicómaco I, cap.1; Politica, I, cap.1; Santo Tomás de Aquino, Summa Contra Gentiles, III,cap.1,2
4. Aristóteles, Ética de Nicómaco 
5. Aristóteles, Política. VII, cap. 14, 1333a, 36-1333b, 2; 1334a, 5-6; 1334a-cap.15, 1334a, 18; VIII, ch3, 1338a 6. Higgins, op. cit., 287
7. Aristóteles, Pol. II, cap.5; Santo Tomás, Summa Theologica II-II, q.66.
8. Thomas Higgins, Man as Man: The Science and Art of Ethics,283ff.; Johannes Messner, Social Ethics 9. II-II, 66, 1; Higgins, 287-288; Messner, 821-824.
10. Lynn Thorndike, The History of Medieval Europe, 333
11. James Walsh, The Thirteenth, The Greatest of Centuries, 481, cf.479.
12. Henry G. Pearce, Value, Normal and Morbid, Sydney, The Standard, Daking House, 1946, 186. 13. Walsh, op. cit.
14. H. Pearce, ibid, passim.
15. Política I, cap.11, 1259a, 5-23.
16. Ibid, 1259a, 1, 23-27
17. II-II, q.66, a.2, ad 2.
18. Higgins, op. cit., 315-316
19. Higgins parece eludirle lo anterior en su intento de ofrecer una solución a los problemas del capitalismo: op. cit., 288-290
20. Política II,cap.2ff.
21. Higgins,op.cit., 288-290.
22. Henry George, Progress and Poverty.
23. Higgins, op. cit., 288.

sábado, 19 de diciembre de 2015

The Most Pure

The Most Pure

votive offering

Taken from http://exorbe.blogspot.mx/

Translated from the Spanish by Roberto Hope

The sky opens, revealing a portent,
one of virtue and beauty unseen:
The head of the Dragon a Virgin
tramples on with her unsullied heel.
And twelve stars shine crowning her forehead
and the moon is her beautiful plinth
and she shines elevated and triumphant
and is splendidly sheathed with the Sun.

And the Heavenly Choirs go singing:
she is the Servant, the Humble, the Slave,
the one the Lord chose to be Mother
of His long-awaited, most blessed Son,
the Divine Christ that is soon to be born.

This is why of divine grace she is so full,
the most pure in her being, body, and soul.
By casting her fragrance, purity arouses
enthralling our souls to follow her trail.

Shining star of my life, do my steps guide
Oh immaculate and most sublime Mary
Do not, sweet Mother mine, let me ever
lose the arduous way leading to God.

Pick my prayer up, present to your Son
this sinner's sorry supplication
I to your mediation everything entrust,
sine labe concepta, 
pulchra ut luna
electa ut sol


exvoto

domingo, 13 de diciembre de 2015

Consummation of the desolation

Consummation of the desolation

Taken from: http://lahondadedavid.blogspot.mx/2015/09/consumacion-de-la-desolacion.html
Translated from the Spanish by Roberto Hope



Derived from the alarm Pope Francis is stirring up among the un-anesthetized media, we have undertaken to attempt placing his pontificate in the apocalyptic-eschatological scene in which we find ourselves, going back to his predecessors to the effect of a better picture.

Some believe erroneously that John XXIII was the “star fallen from heaven unto the earth which opens the pit to the Abyss” of Ap 9, 1. Nevertheless, it bursts in the “fifth trumpet” which in our study we have identified as the heresies corresponding to the philosophers of the 16th century, in concordance with the teaching of Gregory XVI in his encyclical Mirari Vos in connection with the “locusts that rise from the smoke of the abyss” (indifferentism and other errors). This Pope (John XXIII) who prophesied the “springtime of the Church” we make him coincide temporarily with the apparition of the “beast of the earth” which is modernism in the Church: “...and I saw another beast rising from the earth. It had two horns, like those of a ram, but he spoke like a dragon..” (Ap 13,11).

Paul VI is expressly named in Daniel's prophesies as the “Chief of the army” (the Army of Heaven is the Church militant) by whom the anti-Christian force obtains the “suppression of the perpetual Sacrifice” (Dn 8, 11-12): and it “cast down part of the host and of the stars (the clergy) and trod them under. And it was magnified even to the prince of the strength: and it took away from him the continual sacrifice, and cast down the place of his sanctuary...”

John Paul I is a Pontiff that at one time we thought he could have been the “son of man” of Ap. 12, 5, which once having “been given birth” (identification with the election of a Pope has been proposed by author Bernard Kramer in “The book of destiny”) by the Woman (the Church), is “snatched for God and his throne” (his death at 33 days of his pontificate). Even though on a doctrinal plane he was imbued with the conciliar errors ― concretely, there was talk of certain “progressivism” in him on moral matters ― he expressed his own doubts on the concept of “religious liberty”, and what should be remarked to the effect of this picture, he was willing to consecrate Russia to the Immaculate Heart of Mary, as told by Venetian priest Germano Pattaro. And as such, he was destined to “rule the nations with an iron scepter” in “time of peace”. But it turns out that the dates do not coincide since his pontificate was in 1978 and the “1260 days” given to the Woman afterward start counting from the suppression of the sacrifice”. That is why we have discarded this application and have adjudicated it to the faithful remainder, incarnate in the FSSPX.

John Paul II, because of his manifest heterodoxy (read Romano Amerio for a better understanding of his thought), concretely his heresy of the divinization of every man by the Incarnation of the Word is, properly, and leaving this matter to the judgment of God, the anti-Christ seated in God's Temple (Thessalonicans II, 4). Not that he was “the” anti-Christ but an anti-Christ; that is, a representative of a collective which expresses through him: “Children, it is the ending time already; and as you have heard that the anti-Christ is coming, so have now arisen many anti-Christs; by this, we know it is the ending time” (1 John 2, 18)

Benedict XVI is not prophesied in the Scriptures. He forms part of the “false prophet” to the extent of his approbation of the conciliar errors but maybe, from his measures favoring Tradition (liberating the traditional mass and lifting the “ex-communications” of the bishops of the FSSPX, both of which “on paper”) could have represented that “small help” which the saints receive of Dn 11, 34.

And finally, we arrive at Pope Francis (see here). His pontificate would be, in the Vulgate version, the “consummation of the desolation” (Dn 9, 27), That is, and just as we have been maintaining, in the final part of the “desolating abomination” installed in the “holy place” in 1969. It is not necessary to prepare oneself for “worst times” (on the spiritual plane) as some who ― evidently ― are not distressed enough have forecasted, but to receive Christ in the “splendor of his coming°
(leer aquí en español)

Note: the authentic interpretation of Scripture belongs to the Magisterium of the Church, to which we submit ourselves

domingo, 6 de diciembre de 2015

Ataques al Tomismo. 3

Ataques al Tomismo

Un ensayo histórico teológico

Por John Lamont

(Continuación)


III: Reginald Garrigou-Lagrange

La descripción del neo-modernismo hecha arriba nos permitirá comprender por completo la importancia de la obra del Padre Reginald Garrigou-Lagrange O.P. El Padre Brian van Hove intenta un nada atípico asesinato de carácter de este teólogo dominico en su artículo sobre Humani Generis que publicó en la revista Homiletic and Pastoral Review. Este intento debe ser comentado antes de considerar la significación teológica de Garrigou-Lagrange.

El Padre van Hove hace gran cosa del apoyo dado por Garrigou-Lagrange a la Francia de Vichy. Este apoyo era compartido por la mayoría de los franceses en 1940, por la mayoría de los católicos franceses y por la jerarquía católica. El primado de Francia, Cardenal Pierre Gerlier, saludó a Pétain con estas palabras: 'Pétain, c’est la France, et la France, aujourd’hui, c’est Pétain' (Petain es Francia, y ahora Francia es Petain). Los obispos franceses llegaron hasta a condenar los actos de la Resistencia Francesa como 'actos de terrorismo' en una declaración publicada el 17 de febrero de 1944. El Cardenal Suhard, Arzobispo de París durante la ocupación, fue el partidario más importante de los opositores teológicos de Garrigou-Lagrange en la jerarquía francesa. Su carta pastoral emitida en la Cuaresma de 1947,  'Essor ou déclin de l'Eglise' (Crecimiento o declinación de la Iglesia) fue el primer acto abierto en favor del neo-modernismo por parte de un obispo; en él se presentaba el neo-modernismo como la clave para el crecimiento de la Iglesia, y en cambio el apoyo a los tomistas se presentaba como lo que garantizaría su declinación. Él también era partidario de Vichy, enemigo de la Resistencia Francesa (cuyas actividades tachaba de terroristas) y celoso colaborador de la ocupación alemana. 13 Esta colaboración llevó al dominico Raymond-Léopold Bruckberger, héroe condecorado de la Resistencia, a tomar parte en la exclusión de Suhard de la misa que se celebró en su propia catedral, para festejar la liberación de Paris en 1944; pero Bruckberger, antiguo editor de la Revue Thomiste, tomó la misma postura sobre el neo-modernismo que Garrigou-Lagrange.14

Por lo tanto, no se pueden asociar las opiniones teológicas de Garrigou-Lagrange con el apoyo al gobierno de Vichy. Ni, contrariamente a la vil calumnia contra Garrigou-Lagrange, se puede identificar el apoyo a Vichy con el apoyo a la persecución de los judíos.  El Cardenal Gerlier fue llamado 'recto entre las naciones' por el memorial Yad Vashem del Holocausto, por los esfuerzos que hizo por judíos para que escaparan de la persecución. Como lo ha demostrado Limore Yagil 15, los franceses que activamente salvaron a judíos del holocausto incluyeron por igual a partidarios y a no partidarios del gobierno de Vichy. Garrigou-Lagrange nunca participó en la persecución de los judíos ni en las medidas anti-semitas del gobierno de Vichy. En la Sorbona había sido discípulo de importantes pensadores judíos – Durkheim, Lévy-Bruhl, y Bergson – a quienes respetaba y con quienes se mantuvo en contacto, lo cual no es la marca de un anti-semita.

Con respecto a la supuesta conexión de Garrigou-Lagrange con la fanática organización de derecha Action Française; antes de 1926 fue uña y carne con una de las figuras más prominentes de Action Française ... Jacques Maritain. La colaboración entre ellos, sin embargo, fue una puramente en los campos filosófico y teológico. A diferencia de Maritain, Garrigou-Lagrange nunca estuvo activo en política. Action Française fue condenada por el Papa Pío XI en 1926, y Garrigou-Lagrange jamás se opuso a esta condena; y después de esa condena nunca hubo sospecha de que apoyara a Action Française o siquiera de que hubiera querido hacerlo. El rompimiento de Garrigou-Lagrange con Maritain no estuvo relacionado con Action Française ni con Vichy. Ocurrió en 1936, sobre la cuestión de si los católicos estaban o no obligados a apoyar a Franco en su lucha contra los Republicanos españoles. Garrigou-Lagrange tenía la opinión de que sí era su obligación, pero Maritain opinaba que no deberían apoyar a Franco. Ya que la República Española estaba dominada por comunistas ― la NKVD tenía manos libres para llevar a cabo ejecuciones en la España Republicana ― y se había determinado a destruir a la Iglesia por medio de asesinatos al por mayor, Garrigou-Lagrange no puede ser condenado por su postura sobre esta cuestión.16

Las calumnias que se han dirigido contra Garrigou-Lagrange están en pleno contraste con su vida ejemplar. Además de su gran logro intelectual, sobresalía en su devoción a la enseñanza y a la liturgia, en su ascetismo y en su ayuda a los pobres.

El abuso que el Padre van Hove hace de Garrigou-Lagrange es un ejemplo característico de la propaganda anti-tomista. Su intento de desacreditar cualquier resurgimiento de interés en la obra de Garrigou-Lagrange hace surgir dudas en la mente de un lector inquisitivo. ¿Por qué elegír como objetivo a este tomista en particular, especialmente si su obra era 'cuando mucho secundaria'?

La respuesta es que Garrigou-Lagrange jugó un papel crucial en la batalla contra el resurgimiento del modernismo a mediados del Siglo XX. En una serie de artículos publicados a finales de los cuarenta17  previno sobre el resurgimiento de las ideas modernistas, afirmó que esas ideas eran heréticas, identificó los principios de este neo-modernismo y sometió esos principios a críticas devastadoras. Otros teólogos también hicieron algo de eso,18 pero Garrigou-Lagrange fue el único que hizo ambas cosas: refutar totalmente el neo-modernismo así como declarar que era herético y que había de ser tratado como tal. Su iniciativa fue una precursora importante de la posterior condenación del neo-modernismo en la encíclica Humani Generis, como lo dice el Padre von Hove. Pero es su contribución intelectual a la defensa de la fe lo que es más significante para los neo-modernistas de hoy en día, porque su rehabilitación académica constituye un peligro para esa escuela de pensamiento.

La cuestión de la rehabilitación académica de Garrigou-Lagrange hace importante considerar si los neo-modernistas estaban en lo correcto en alegar su superioridad sobre sus oponentes tomistas en el primero y legítimo sentido de “consciencia histórica” ― aquél de conocimiento histórico ― y en habilidad académica en general. Esta afirmación no puede sostenerse. Es por supuesto absurdo cuando se le aplica al tomista Etienne Gilson, quien rechazaba el perepectivismo histórico de los neo-modernistas.19 En cuanto a Garrigou-Lagrange: él ciertamente defendía a los escolásticos barrocos como intérpretes de Santo Tomás con mayor fuerza que lo que ameritaba, pero esta postura constituía una característica secundaria de su obra en el campo de la filosofía, que incorporaba una intelección bien informada de las fuentes históricas de las posturas que él trataba. Su obra en el campo de teología espiritual constituyó una recuperación importante del propio pensamiento de Santo Tomás, demostrando que, para Santo Tomás, la contemplación era algo que todos los cristianos están llamados a practicar, no sólo unos cuantos elegidos. Esta obra fue una pieza de redescubrimiento histórico más concreta y valiosa que todo lo que habían logrado los nouvels théologiens. Ninguno de los nouvels théologiens podía haber dado una explicación satisfactoria del contenido e importancia de cualquiera de las 24 tesis tomistas; no se diga haber propuesto una crítica filosófica efectiva de ellas.
El conocimiento erudito y la capacidad de Garrigou-Lagrange significaba que entendía perfectamente la naturaleza del neo-modernismo y la amenaza que representaba. Parte de su conocimiento de este movimiento se basaba en su experiencia personal de la historia; había experimentado la crisis modernista original de primera mano, asistiendo a conferencias del prominente modernista francés Alfred Loisy, y publicando su primer libro en 1908 que atacaba al modernista Edouard Le Roy. Su respuesta al neo-modernismo fue exactamente el opuesto de la caricatura propagandística del tomismo.

Una característica de esta caricatura es la acusación de que Garrigou-Lagrange calumnió como herejes a fieles teólogos católicos. Dado que los teólogos que él comentaba estaban de hecho impulsando posturas heréticas, no habría habido calumnia al denunciarlos como tales. Pero de hecho él hacía énfasis en que lo que él consideraba eran las posturas intelectuales y no la fe de aquellos que las sostenían. Él expresó su completa confianza en la fe personal de Blondel, a quien había conocido desde hacía muchos años, y afirmó que Blondel no asentía a las conclusiones heréticas que de hecho se derivaban de algunas de sus expresiones.

Los tomistas eran atacados diciendo que distorsionaban y tergiversaban las opiniones de sus oponentes. La pieza central de la crítica de Garrigou-Lagrange al neo-modernismo fue una explicación detallada y exacta de la propia tesis neo-modernista. Se enfocó en las expresiones de esta tesis de Henri Bouillard, que había afirmado que una verdad inmutable sólo puede expresarse, conforme la historia avanza cambiando los conceptos que contiene. Bouillard decía que si los conceptos permanecen iguales cuando el conocimiento ha avanzado, un enunciado que alguna vez fue cierto se vuelve falso. Garrigou-Lagrange señalaba que la postura de Bouillard no era lo mismo que los argumentos que dicen que I) cuando el lenguaje que se utiliza para expresar enunciados cambia su significado es necesario utilizar nuevas expresiones lingüísticas para transmitir ideas que antiguamente se expresaban con el lenguage antiguo y que II) no se puede entender lo que querían decir los enunciados pasados si no se conocen el lenguaje, las maneras de pensar y el contexto histórico en la época en que se expresaron. Él observaba que estas aserciones son obvias y que nadie las discute, pero que eso no es lo que dice Bouillard. Mediante un examen cuidadoso y completo de la obra de Bouillard, él demuestra que lo que Bouilllard quiere decir es precisamente que los conceptos involucrados en la enseñanza católica deben cambiarse.

Garrigou-Lagrange da un ejemplo claro de este tipo, que solía promoverse en los círculos católicos de esa época. Algunos teólogos afirmaban que aun cuando el término 'Adán' utilizado en la Sagrada Escritura y en el Concilio de Trento como un nombre propio, que se refiere a un solo individuo que fue el padre de toda la raza humana, el avance del conocimiento científico ― que supuestamente había probado falsa la existencia de un padre único de la raza humana ― exigía que el término 'Adán' fuese reinterpretado ahora como un nombre colectivo, refiriéndose al grupo que constituyó los ancestros originales de la humanidad.

Debemos ser claros acerca del argumento neo-modernista que se plantea en este caso. No significa simplemente que un significado de la palabra 'Adán' deba reemplazarse por otro; es la exigencia de este cambio, junto con el argumento de que al hacerse este reemplazo, por 'Adán' deba ahora entenderse un nombre colectivo, estemos haciendo la misma afirmación que se hacía cuando por 'Adán' se entendía el nombre propio de un solo individuo y que con ello no estemos negando la verdad de las afirmaciones hechas en la Sagrada Escritura y en los concilios que, por 'Adán' entendían un solo individuo y no un grupo.

Expresada así llanamente, la postura neo-modernista es, con razón, considerada absurda por la mayoría de la gente; pero no era presentada así llanamente ― por obvias razones ― en la polémica neo-modernista. La aportación de Garrigou-Lagrange fue el ver que esto era lo que los neo-modernistas creían, y probar falsa la base filosófica de su postura. Él señaló que lo que entendían por verdad lleva a la negación del principio de no contradicción, lo cual significa un suicidio intelectual. La idea de que podemos mantener la misma afirmación cuando cambiamos los conceptos que la forman es un sinsentido; una afirmación es sólo un sujeto que tiene un significado y un predicado que tiene un significado, unidos para hacer una aseveración acerca de la realidad. Si se cambian los significados del sujeto o del predicado, se cambia la aseveración que se hace. En respuesta al componente filosófico del persepectivismo histórico, Garrigou-Lagrange defendió el realismo aristoteliano, que mantiene que nuestros conceptos pueden captar las cosas como son, porque el contenido de estos conceptos es proveído por realidades extra-mentales.

Los neo-modernistas apelaban esencialmente al pensamiento contemporáneo, que presentaban como algo que demostraba la verdad de su postura y exigía que fuera adoptada. Garrigou-Lagrange señalaba que las ideas del neo-modernismo de ningun manera eran nuevas. En filosofía, estaban basadas en conceptos filosóficos del pensamiento que habían surgido de Kant y de Hume, y más remotamente del nominalismo. En realidad, compartían características esenciales con los antiguos escépticos y sofistas; así fue por qué las posturas de Aristóteles sobre el realismo y la ley de no contradicción, que fueron utilizadas por Garrigou-Lagrange en su disquisición, son relevantes directamente a la postura neo-modernista. En teología, Garrigou-Lagrange llamó la atención al hecho de que la concepción neo-modernista del dogma revivía la postura del teólogo del siglo XIX, Anton Günther, cuyas opiniones habían sido condenadas por el Primer Concilio Vaticano en 1870.

Con su discusión sobre los orígenes históricos del neo-modernismo, Garrigou-Lagrange abre la puerta hacia una comprensión más profunda de la bancarrota intelectual de ese movimiento. El neo-modernismo, por supuesto, es auto-refutante, como se explica arriba, pues su aserción acerca de los límites del pensamiento humano es, en sí misma, una aserción universal de la propia clase cuya verdad descarta. Pero esta aserción descansa también en una falla histórica básica, que niega los argumentos neo-modernistas de percepción histórica. Su perspectivismo histórico borra el vínculo que existe entre el pensamiento de distintas épocas históricas, las cuales, con todo y sus diferencias, se unen en un interés por muchas de las mismas cuestiones fundamentales. Los sofistas, los antiguos escépticos y los herejes arrianos mantenían posturas que se hallan ahora en quienes se oponen a la fe católica; y los católicos contemporáneos a quienes ellos se oponen se adhieren a posturas que pueden hallarse en Aristóteles, en San Atanasio y en San Agustín. El perspectivismo histórico de los neo-modernistas surgió de las limitaciones intelectuales que ellos falsamente le atribuían a Garrigou-Lagrange. Es la reacción de gente que no puede aceptar ni hacerle frente a puntos de vista distintos de los suyos; que como resultado de ello son incapaces de reconocer cuestiones y problemas universales cuando están contenidos en formas de pensamiento que les son desconocidas. La insistencia neo-modernista de llevar la doctrina a confomarse con el pensamiento contemporáneo es parcialmente una consecuencia de estas limitaciones. En un encuentro entre la fe católica y el pensamiento contemporáneo, la alternativa a una rendición de este tipo es adquirir un conocimiento profundo de las posturas filosóficas contemporáneas, determinando exactamente cómo se relacionan con la enseñanza católica, y demostrando la superioridad intelectual de la fe.  Los neo-modernistas carecían de la capacidad intelectual para este proyecto; de manera que llevarlo a cabo estaba fuera de discusión, y en vez de ello tomaron la opción de rendirse.

Conclusión

El éxito de los neo-modernistas para conquistar el poder en la iglesia fue debido en parte a su habilidad práctica y a las condiciones favorables que existieron para ellos en la Iglesia. Aprendieron de la primera crisis modernista cómo lidiar con la oposición del magisterio; en la alta jerarquía de la iglesia no se tuvo la voluntad de tomar medidas drásticas contra ellos del tipo que había sido usado exitosamente por San Pío X, y no se creía que existiera la necesidad de tomar tales medidas ― Pío XII parece haber pensado que su ya olvidada encíclica Humani Generis había tratado la cuestión de manera adecuada; pero por razones que no se entienden claramente, el clero y los obispos fueron más receptivos al mensaje de los neo-modernistas de lo que había sido el caso 40 años antes.

El carácer proteico de sus posturas fue también clave para su éxito. La idea de que la doctrina deba ser adaptada al pensamiento del día no especifica qué adaptaciones deben hacerse. Esto permitió a los neo-modernistas ser todas las cosas para todos los hombres, adaptando su atractivo a los deseos particulares de cualquier auditorio. Esto hizo posible concertar alianzas con elementos poderosos en la Iglesia que eran atraídos, no por el neo-modernismo como tal, sino por el abandono de doctrinas particulares que consideraban inconvenientes o les repelían. Todas esas doctrinas trataban de una u otra manera con el carácter exclusivo de la Iglesia Católica como medio de salvación; la conceptuación de los cristianos no católicos como herejes o cismáticos, la calificación de las religiones no cristianas como caminos a la condenación del alma, la insistencia de que el estado debe reconocer y apoyar la fe católica como única religión verdadera. Estas alianzas fueron las que permitieron a los neo-modernistas alcanzar hegemonía en la Iglesia, y es el apoyo de estos aliados lo que a esta fecha previene tomar cualquier medida contra el neo-modernismo por las autoridades eclesiásticas. Tales medidas exigirían hacer cumplir toda la doctrina católica, lo cual implicaría un retorno al exclusivismo que les parece intolerable; les parece preferible en último análisis aceptar y promover a aquéllos que rechazan toda esa doctrina.

La clave para la conquista del poder por los neo-modernistas es también, sin embargo, la razón de su fracaso en mantener una cultura religiosa. El neo-modernismo no es como el protestantismo, que comprende ideas con algún contenido positivo, así como también constituye un rechazo al catolicismo. Estas ideas ― justificación por la fe y otras por el estilo ― no son correctas, pero dicen algo sustancial y tienen un atractivo que puede hacer surgir un movimiento importante. El neo-modernismo, sin embargo, en un nivel religioso es una tesis puramente negativa. Como resultado, carece de una fuerza atrayente propia, y las estructuras eclesiásticas que caen en sus garras eventualmente acaban muriéndose ― proceso que es ahora visible en todo el mundo. Esto es algo que, en un nivel natural, permitió la supervivencia del tomismo, a pesar de las medidas drásticas que se tomaron para tratar de desarraigarlo de la Iglesia. A diferencia del neo-modernismo, tiene algo positivo y sustancial que decir. Además, lo que tiene que decir es de hecho la verdad. Esto de ninguna manera es garantía de un amplio éxito, pero asegura la existencia continua del tomismo en la pequeña comunidad de buenos académicos que están interesados en la verdad y en posición de descubrirla. Que si se extenderá mucho más allá de esta comunidad en el futuro es cosa que no se sabe, pero es indudable que su futuro muestra más promesa que el del neo-modernismo.

Bibliografía
9 Sobre el neo-modernismo de Rahner, ver John Lamont, ‘The historical conditioning of church doctrine’, The Thomist 1996, vol. 60, pp. 511-535.
10 El impacto del redescubrimiento de Santo Tomás fue sentido en metafísica, antropología filosófica, ética, filosofía poltica, lógica filosofíca y jurisprudencia – un amplio campo. Una bibliografía completa de este impacto sería enorme. Peter Geach, Elizabeth Anscombe, Alasdair Macintyre, Michel Villey, John Haldane, Gyula Klima, Philippa Foot, y Anthony Kenny son figuras importantes de este renacimiento.
12 Estos cambios han sido explorados de la manera más completa en el campo de teología moral; ver John Lamont, ‘Conscience, freedom, rights: idols of the Enlightenment religion’, The Thomist 73 (2009), para una disquisición y mayores referencias.
12 Bouillard afirmó en 1973 que Blondel fue una inspiración principal de su propio pensamiento, y que las posturas de Blondel habían llegado a reconocerse como correcta: ver H. Bouillard, 'Ce que la théologie doit à la pensée de Maurice Blondel', Journées d’inauguration 30-31 mars 1973. Textes des interventions (Centre d’archives Maurice Blondel), (Louvain: Éditions de l’Institut supérieur de philosophie, 1974).
13 Otto Abetz, el embajador alemán en Paris, reportó in 1940 que  el ‘Cardenal Suhard me asegura que el clero francés está preparado para actuar en colaboración con Alemania’: Carmen Callil, Bad Faith (London: Vintage, 2007), p. 239.
14 Ver M. Labourdette, M.-J. Nicolas, R.-L. Bruckberger et al., Dialogue théologique, pièces du débat entre 'La Revue Thomiste' d’une part et les R.R. P.P. de Lubac, Daniélou, Bouillard, Fessard, von Balthasar, SJ, d’autre part (Saint-Maximin: Les Arcades, 1947).
15 Ver Limore Yagil, Chrétiens et Juifs sous Vichy, 1940–44: sauvetage et désobéissance civile (Paris: Cerf, 2005).
16 Otra causa de la división entre Garrigou-Lagrange y Maritain fue la postura sobre la Iglesia, el estado y la sociedad que Maritain comenó a impulsar en los 1930s. Garrigou-Lagrange pensaba que Maritain mantenía la postura que Montalembert había defendido en el siglo XIX – proponiendo una 'Iglesia libre en un Estado libre' – y esa había sido condenada por la encíclica Quanta Cura: ver la carta de Garrigou-Lagrange's de 28 Sep.1946 al Padre. Julio Meinvieille. El analysis hecho por Garrigou-Lagrange's de la postura de  Maritain's es una plausible, y su fidelidad a la enseñanza papal no era una  falta en un católico y un teólogo.
17Los artículos están útilmente reunidos aquí: https://archive.org/details/7NouvelleThologieRefutationsInAngelicum.
18 La primera reaparición abierta del modernismo occurrió in las obras de Louis Charlier, Essai sur le Problème Théologique (Thuillies; Ramgal, 1938) y de Marie-Dominique Chenu, Une ecole de teólogie:le Saulchoir (Paris: Cerf, 1985, impresa originalmente en forma privada en 1937). Esta reaparición fue denunciada por Pietro Parente en 'Nuove tendenze teologiche', L'Osservatore Romano, February 9-10, 1942 – el artículo en el cual se originó el término 'nouvelle théologie' –  y condujo a sanciones Romans contra estos eruditos. El episodio fue bien descrito por Robert Guelluy en 'Les antécédants de l’encyclique Humani Generis dans les sanctions romaines de 1942: Chenu, Charlier, Draguet', Revue d’histoire ecclésiastique 81 (1986): 421-497. René Draguet, profesor de teología fundamental de la Universidad de Lovaina, era citado por los neo-modernistas en sustento a sus opiniones, pero no aceptó el neo-modernismo (como lo señala Guelluy). Fue removido de su cargo de enseñanza de  teología en Lovaina como parte de las sanciones de Roma contra el neo-modernismo, y se hizo, en cambio, un renombrado especialista en patrística oriental; su castigo es el único caso real de la supuestamente extendida práctica de dar castigos injustos por herejía a teólogos católicos que eran fieles. La defensa de la tesis modernista fue tomada entonces por Jean Daniélou y Henri Bouillard. El neo-modernismo de este ulterior grupo fue criticado por los Dominicos de Toulouse en una serie de artículos que fueron coleccionados en M. Labourdette, M.-J. Nicolas, R.-L. Bruckberger et al., Dialogue théologique, pièces du débat entre 'La Revue Thomiste' d’une part et les R.R. P.P. de Lubac, Daniélou, Bouillard, Fessard, von Balthasar, SJ, d’autre part (Saint-Maximin: Les Arcades, 1947). Los Dominicos plantearon un potente caso intelectual contra el neo-modernismo, pero fueron intimidados por sus oponentes Jesuitas, y no se atrevieron a pedir claramente la condenación magisterial de las opiniones de éstos.
19 Con respecto e este rechazo ver 'Correspondance Étienne Gilson - Michel Labourdette,' Revue thomiste 94 (1994): 479-529.
[En todo caso, favor de referirse a la publicación original en Rorate Caeli, authorizada por el autor.]